Cuando surge el tema de la compra semanal todos tenemos ciertos hábitos y costumbres al momento de ir al supermercado. La cuestión es que no todas las prácticas nos llevan a comprar sin que se nos olvide algo, guardar presupuesto o a ser ordenados.
Si eres de aquellas personas que empieza a recorrer los pasillos sin tener previamente una idea sobre qué va a buscar, qué productos incluir en su compra, terminas gastando de más o no sabes cómo hacer para que todo te quepa en el carrito sin que se dañe o desborde, este artículo es para ti ¡Sigue leyendo!
Consejos para comprar en el supermercado: Elabora una lista de compra
La importancia de tener un menú semanal
Hay algunos pasos que son convenientes para organizar y hacer la lista de la compra. En primer lugar es recomendado hacer un cuadro semanal con los menús que vamos a preparar para las comidas fuertes, como el almuerzo y las cena. Esto para tener más o menos claros los ingredientes principales de los platos que queremos cocinar. OJO al realizar el menú semanal es imperativo hacerlo con lo que cuentas en el refrigerador y alacena primero y solo salir a comprar lo que realmente necesitas y no comprar de más.
Es fundamental lograr que nuestro menú se base en una lista de compra cuidadosamente planificada, que sea equilibrada y nos proporcione un alto valor nutricional.
Anota en un libreta o utiliza la tecnología
Esto depende de tus gustos, lo importante es que anotes en una libreta o tal vez en tu teléfono el menú que quieres comprar, de esta forma nada quedará a tu recuerdo y también podrás ir editando la lista si te inspiras estando en el supermercado. Hay incluso aplicaciones móviles que te permiten establecer presupuestos e ir cambiando todo en vivo mientras estás de compras. La lista debe hacerse al hacer la limpieza semanal de la alacena y la refrigeradora para asegurar que no estamos dejando nada por fuera.
Toma en cuenta las ofertas de la semana
Busca siempre comprar los productos que estén anunciados como los más frescos, esto agregará dinamismo a tu menú, pero también aportará calidad y al mismo tiempo, nutrición.
Además, los productos frescos que están en plena temporada suelen ser más baratos y están en su mejor momento, por lo que al hacer la lista puedes marcar verdura de temporada o fruta de temporada y luego elegir la que más te guste.
Calcula la cantidad de alimentos que en verdad necesitas
También es importante que sepamos calcular cuánta comida en realidad necesitamos para no cruzar la línea entre carencia y exceso.
No conviene que acumules una gran cantidad de productos perecederos, que luego vayan a caducar. Es preferible ir comprándolos conforme los necesites, aunque tengas alguno que otro de más en reserva para no quedarte sin nada, en especial en los productos básicos o de la despensa.
En general, quitando que compres a nivel mayorista, no encontrarás grandes ahorros al comprar en grandes cantidades y suele ser más práctico hacer compras pequeñas y volver al supermercado a comprar productos más frescos o con fechas de caducidad más lejanas.
Si compramos mucha cantidad de algún alimento, es probable que después tengas que congelarlo para que no se estropee por lo que es mejor que no te pases. Quizá esto es recomendable para algunos productos de limpieza que son de uso diario, que su fecha de vencimiento no es corta y que si sale mas barato comprar al por mayor y si representa un ahorro pues son productos caros (papel higiénico, detergente, bicarbonato de sodio etc).
Elabora una lista de compra y respeta el presupuesto
Otra ventaja de tener una lista de la compra elaborada es que cuando vas a hacer la compra puedes hacerte una idea de lo que vas a gastar, sin llevarte una sorpresa al momento de pagar. Así, siempre dentro de ciertos márgenes, puedes regirte al presupuesto previsto sin que los gastos se disparen.
Otros consejos para comprar en el supermercado
- Cuidado con las fechas de caducidad: revísalas con cuidado en los productos lácteos, huevos y panadería.
- Al comparar productos, mira el precio por kilogramo (libra) ya que no todos los envases vienen con la misma cantidad. Muchas veces depende de la marca.
- No vayas con hambre a hacer la compra porque gastarás más y comprarás caprichos que en el momento no son necesarios.
- Haz la compra en las horas que hay menos público para pasar menos tiempo en la caja, así podrás encontrar mayor variedad en cantidad, precio y calidad.
Claves para organizar el carrito y comprar en el supermercado
¿Crees que el orden en el que colocas los alimentos en el súper no importa? Pues te sorprendería saber cuánto influye en comprar sin obstáculos. No es lo mismo colocar en el carrito primero los huevos que la fruta o la carne debajo del jabón para la ropa. ¿Por qué? La manera y el orden en el que dejamos caer la compra en nuestra cesta influye en nuestra seguridad alimentaria: no conviene mezclar los alimentos o productos entre sí (para evitar intoxicaciones alimentarias), en caso ocurra un percance en el carrito, por ejemplo: se abre un bote de lejía y cae sobre tus manzanas.
Organiza tus bolsas de supermercado por categorías
Frutas y verduras, detergentes, productos de limpieza y de limpieza personal, carnes, lácteos, bebidas, cereales, etc si utilizas bolsas reutilizables (que es lo más recomendable) y te sobra espacio dentro de alguna podés colocar los lácteos con los jugos y los enlatados y podrías hacerlo con una bolsa plástica del supermercado para aprovechar el espacio.
Evita la contaminación cruzada
Anótalo: los alimentos no deben ponerse en el mismo espacio que los detergentes, los limpiadores y los insecticidas, aunque estén cerrados. Si puedes, utiliza la parte de abajo del carrito para colocar los productos de limpieza y el carro propiamente dicho para lo que luego vayas a cocinar. Reserva un espacio para que la carne y el pescado no quede encima del resto y no toque las verduras y frutas: esto porque podría contaminar otros alimentos a través de sus jugos.
Mantén el frío
Deja los productos refrigerados, ultracongelados y congelados para el final de la compra, así no se romperá la cadena de frío. Aunque tengas que volver al fondo del súper: normalmente la sección de congelados no está cerca de las cajas ni de la salida.
El orden correcto para ordenar tus compras antes de ir a caja es: productos no alimentarios (limpieza), alimentos que no necesitan frío (latas) refrigerados y congelados y, por último, los productos de consumo inmediato (carne, pescado, leche). Si por ejemplo, la leche es fresca, como el caso de la Tetrapak, en realidad no hay problema.
Todos los alimentos perecederos, especialmente los alimentos de alto riesgo (productos lácteos, carnes cocidas, pescados y carnes de ave) deben almacenarse y mantenerse congelados para evitar ser contaminados por bacterias perjudiciales. La refrigeración debe ser a temperaturas por debajo de 4°C porque así se inhibe el crecimiento de la mayoría de las bacterias patógenas. Durante el almacenamiento de los alimentos en congelación es necesario:
La temperatura de almacenamiento adecuada para las carnes puede variar según el tipo de carne. Sin embargo, en general, se recomienda mantener las carnes frescas refrigeradas a una temperatura de 1-4°C (33-39°F) para evitar el crecimiento de bacterias y mantener la seguridad alimentaria. Para carnes congeladas, se recomienda almacenarlas a una temperatura de -18°C (0°F) o más fría para mantener su calidad y prevenir la proliferación de bacterias. Es importante seguir las pautas de almacenamiento recomendadas y las fechas de vencimiento para garantizar la seguridad y calidad de las carnes.
No conserves en refrigeración alimentos calientes, pues esto eleva la temperatura interna del refrigerador, lo que estimula el crecimiento bacteriano.
Evita abrir las puertas del refrigerador más de lo necesario y cerrarlas cuanto antes, ya que esto supone la elevación de la temperatura interna, lo que estimula el crecimiento bacteriano, la contaminación y la alteración del alimento.
Es necesario conservar la siguiente disposición de los alimentos en el refrigerador: las carnes y pescados crudos es mejor congelarlos hasta justo antes de su uso en cocción. Los alimentos cocinados, en el centro y los productos lácteos en la parte superior, así evitamos que la sangre y los exudados de la descongelación goteen sobre alimentos cocinados y productos lácteos y de esta manera sean contaminados. El cajón de las verduras en la parte inferior del refrigerador, porque estos están diseñados para mantener las frutas y verduras frescas. Es importante mantenerlos separados debido a que algunas frutas emiten etileno, un gas que puede acelerar la maduración de otras frutas y verduras.
Otros tips más específicos:
Puerta del refrigerador: La puerta del refrigerador es la zona con la temperatura más alta del mismo, por lo que es ideal para almacenar alimentos que son más resistentes a las variaciones de temperatura, como los condimentos, los huevos y las bebidas.
Estantes intermedios: Los estantes intermedios del refrigerador son ideales para almacenar alimentos preparados, sobras, lácteos y otros alimentos que se consumen con frecuencia. Es importante asegurarse de que los alimentos estén correctamente tapados o en recipientes cerrados para evitar la contaminación cruzada y mantener la frescura.
No te distraigas camino a casa
Cuando un alimento se descongela y se vuelve a congelar puede poner en peligro tu salud: los microbios que están dormidos pueden despertarse y provocar una intoxicación alimentaria. Si llevas carnes y lácteos es mejor que el trayecto sea directo a casa y que durante este, estén guardados en una hielera o bolsas térmicas que tengas a la mano.
Algunos trucos que aplican los supermercados y que debes conocer para evitar gastar de más
¿Conoces acerca de la Psicología del consumidor? Esta ha demostrado que muchas veces las decisiones que se toman al momento de comprar no son hechas del todo conscientes por nosotras, sino que hay elementos de mercadeo (publicidad), que influyen en nuestras decisiones de compra. Elementos como: apariencia, ubicación y el precio de los productos que actúan en nuestro inconsciente y nos invitan a comprar más.
Los productos de primera necesidad están lejos de la entrada
Los productos que buscamos con regularidad como carnes, lácteos, pan, agua o frutas y verduras, siempre van a estar lejos de la entrada, ya sea en un extremo del supermercado o en el fondo de este. Esto garantiza que antes de comprarlos recorramos gran parte del supermercado y posiblemente nos llevemos algo que en un principio no íbamos a llevar. Para darte un ejemplo, cuando yo realizo las compras de supermercado sigo el siguiente orden: primero las frutas y verduras, luego pase a los granos y el pan; lo siguiente son los productos de limpieza, seguidos por los lácteos, bebidas, snacks, harinas, pastas, salsas, cereales, miel y por último, las carnes.
Te comparto algunas estrategias de marketing que utilizan los supermercados para que gastes más y sin darte cuenta (ojo, con la intención de que estés atenta y puedas mantener tu presupuesto):
Los productos que se compran por impulso están a la salida
Nadie va a un supermercado buscando chicles o chocolates, pero siempre es un buen momento para un chicle o para un chocolate ¿no? A la salida el consumidor siempre debe encontrar eso que no sabía que quería. De hecho, en los supermercados el 30% de las decisiones de compra dentro de un supermercado llegan a ser por impulso.
Los productos similares se ubican a un lado del otro
Una de las estrategias que ayuda a aumentar las ventas es ubicar juntos los productos que probablemente se consumirían al mismo tiempo, aunque su categoría sea distinta. Un ejemplo puede ser los snacks junto a los licores o las bebidas gaseosas. Esto influenciará a que los consumidores lleven eso que no sabían que estaban buscando.
Espero que este artículo te ayude a comprar de manera más organizada y consciente. Mi intención con este blog es acompañarte así sea indirectamente en tu proceso de compra para que primero, disfrutes más la experiencia en el supermercado y además, puedas sobre todas las cosas, mantener tu presupuesto. Me cuentas cómo te va en los comentarios.
Un abrazo, Kyra.